25 de febrero de 2011

21 días sin Pepo

Sí: parezco una adicta pasando por síndrome de abstinencia. Pero en vez de ponerme a vomitar, lloro como una condenada. Una vez que empiezo, ya no puedo parar. Lo único que me calma es poner unas almohadas en la cama y abrazarlas para simular su cuerpo.

Pepo fue amor a primera vista para mí.

Cuando lo conocí pensé: "Yo quiero un hombre así". Y al final del día pensé: "Yo quiero a ESTE hombre para mí".
Y nadie me lo pudo quitar (aunque no faltaron las que trataron).

Me tomó casi 2 años finalmente transformarme en su polola, pero valió toda la pena del mundo.

Pepo era perfecto para mí y hacíamos una super-pareja. Por lo menos durante el primer año. 

No podía evitar que me gustara. Todavía no puedo dejar de pensar en lo hermoso que es. Pelo rubio oscuro, ojos verdes y grandes... músculos, pelo en el pecho.

Y ni hablar de la química que teníamos... en todos lados (si es que entienden lo que digo). Obviamente no puedo darles detalles, pero puedo decirles que nunca he tenido nada de qué quejarme.

Aunque claro, no tengo un punto de comparación.

Así es, queridos. Pepo es mi primero y único. Y no me molestaría morirme con él siendo el único (oh yes, es así de bueno)
Solía pensar que vivir sin sexo me mataría (sexo con Pepo, claro). Que una vez que empiezas a hacerlo, se transforma en una parte demasiado importante de tu vida.

Pero me equivoqué. Ahora creo que una vida sin Pepo va a matarme...

21 días y contando. No sé si logre llegar a 60.

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